Contra todos los pronósticos
Durante este semestre en más de una ocasión juré que finalmente, después de 18 años, dejaría de dar clases
cientos de desacuerdos con la coordinación académica de Centro, mi paternidad obsesiva, mi crisis laboral, todo me hacía pensar que estos dos grupos serían mi despedida y en el fondo estaba contento de que hubieran sido tan divertidos, tengo más cosas que agradecerles de lo que se imaginan
me parecen maravillosos (igual voy a reprobar al 8%)